Se dice del cacao que es el alimento de los dioses. No es para menos. El nombre científico del árbol de cacao o cacaotero,Theobroma cacao, que le dió en 1753 el sueco Carl von Linné, significa en griego eso mismo (Theobroma = teos (dios) + broma (alimento)).
En 1753 el cacao ya tenía muchos años de historia y leyendas. La planta crece de manera silvestre en la Amazonía y se cree que fue transportada por el ser humano a Mesoamérica durante la prehistoria. Allí, hace 3500 años aproximadamente, los olmecas, la primera civilización que existió en la zona, hicieron del cacao algo doméstico y lo cultivaron para su consumo.
Siglos más tarde los mayas utilizaron el fruto del cacao, que conocían como kakaw, para preparar una bebida amarga y muy picante que se tomaba en los rituales y sacrificios. Comúnmente aromatizaban el cacao con vainilla y hueinacatzli (planta aromática de sabor similar a la pimienta negra), y ocasionalmente con chiles molidos secos.
Posteriormente los aztecas adoptaron esta bebida y le dieron el nombre de xocoatl (de xoco, amargo y de atl, agua). Lo consideraban una fuente de energía y sabiduría y le ortogaban propiedades curativas. Poco se diferenciaba de la que preparaban los mayas, a excepción de que estos últimos la servían caliente. Para los aztecas era importante que el xocoatl fuese servido con espuma y la lograban mediante el trasiego de la bebida de una vasija a otra o con unos molinillos de madera especiales.
Se cree que en el año 1502 Cristóbal Colón probó el cacao en la isla de Guanaja (Honduras) y pensó que era demasiado amargo y picante. Otros historiadores establecen que nunca llegó a probarlo pero sí observó que las almendras de cacao eran utilizadas como moneda. El primer europeo en probar el cacao fue Hernán Cortés, quien lo trajo a Europa en 1528 junto con la receta de la bebida.
En España se le añadió azúcar a la receta y no tardó en causar furor en las altas clases sociales que comenzaron a celebrar chocolatadas. Uno de los siguientes países en acoger el chocolate fue Francia, donde se probó por primera vez en 1615 durante la boda de la princesa española Ana de Austria y el rey francés Luis XIII. A partir de entonces se hizo popular en la aristocracia europea.
Con la llegada de la Revolución Industrial se comenzaron a desarrollar técnicas para trabajar el cacao y así obtener una versión sólida del chocolate. Se logró también separar la manteca de cacao para obtener el polvo. En 1879 Nestlé le añadió leche y Lindt creó la máquina de conchado para refinar el cacao y conseguir una textura y sabor óptimos. Poco a poco el chocolate dejó de ser un producto propio de las clases más pudientes y se popularizó.
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