Hace unos meses hablábamos acerca de algunas combinaciones diferentes con productos de verano. Ahora ya le toca el turno al otoño. Apunta:
Calabaza y almendra: la calabaza es sinónimo de otoño, no hay duda. En el norte de Italia se preparan los tortelli di zucca, una pasta rellena de calabaza, amaretti (galletas hechas a base de almendras), mostaza, queso parmesano y nuez moscada. Se suelen servir con mantequilla y salvia. Imagina todos esos aromas combinados… ¡mmm!
Setas y castañas: las setas van a la perfección con muchísimas cosas pero hay una combinación que es la máxima expresión del otoño: con castañas. También en el norte de Italia se elaboran unos tagliatelle con harina de castaña que luego se acompañan de diferentes setas. Nosotros te proponemos un cambio de receta: virutas de setas del bosque Sandro Desii acompañados de una salsa de castañas.
Coles de Bruselas y tocino: alguien se confundió con eso de las lentejas y que si no las comes, las dejas. El refrán de verdad tendría que haber sido “coles de Bruselas, si te gustan los comes, y si no, los dejas”. Seamos sinceros, las coles de Bruselas no es que tengan demasiados amantes. Sin embargo es un buen producto de otoño y debemos aprender a incorporarlo en nuestra dieta. Una buena manera de empezar es hacerlos salteados con tocino (un poco, no te pases) y una pizca de tomillo para acompañar unos rigatoni o unos penne al huevo de nuestra colección La Bianca.
Limón y pasta: puede que te suenen raras estas dos palabras juntas pero en Italia no lo es en absoluto, en especial en la zona de Sorrento y Amalfi donde podrás ver limoneros por doquier. Algo tan simple como añadir ralladura de limón a un plato de pasta puede cambiarlo por completo. El limón con su acidez y perfume aligera las recetas más grasas y pesadas. Una idea Sandro Desii: hierve nuestras caracolas de limón y saltéalas con tiras finas de corteza de limón escaldada, zumo del mismo limón y mantequilla. Sírvelas con requesón fresco y cebollino picado fino.
Naranja y vainilla: ¡bien! al fin llegaron los buenos cítricos. Un clásico (y acierto seguro) para combinar con la naranja es el chocolate, pero hay vida más allá. Por ejemplo, la combinación naranja-vainilla. Aquí va una idea muy sencilla: tarta de naranja y polenta acompañada con crema helada de vainilla mexicana Sandro Desii.