El huevo es un alimento muy habitual en nuestra dieta e ingrediente fundamental en la pasta. Se caracteriza por ser rico en proteínas y lípidos y por ser una buena fuente de estos para quienes siguen una dieta vegetariana (y para los que no, también). Consumimos huevos de diferentes aves pero hoy nos centraremos en los más comunes: los de gallina.
En los huevos de gallina, la clara supone un gran porcentaje de agua y una parte de proteínas. Por el contrario, la yema tiene un elevado porcentaje de lípidos, además de proteínas y agua en menor proporción.
La pasta Sandro Desii está amasada con huevo y es beneficiosa para la salud por su alto contenido proteico. Sin embargo, también nos adaptamos a aquellos que son alérgicos a este ingrediente y ofrecemos algunas de nuestras pastas sin huevo.
A la hora de comprar huevos ya habrás comprobado que estos se clasifican por tamaño. Así existen huevos S (menos de 53 g), M (entre 53 g y 63 g), L (entre 63 g y 73 g) y XL (más de 73 g).
Los huevos también se deben clasificar, según la normativa europea, para conocer su procedencia y producción. Si coges un huevo verás que tiene un código. ¿Qué significa? El primer dígito va del 0 al 3 y nos indica cómo ha sido criada la gallina:
- 0 = ecológicas = gallinas criadas al aire libre y alimentadas con pienso ecológico
- 1 = camperas = las gallinas tienen acceso a corrales al aire libre y son alimentadas con pienso tradicional
- 2 = criadas en el suelo = viven en naves sobre el suelo pero sin acceso al exterior. Son alimentadas con pienso tradicional
- 3 = criadas en jaulas = están construidas en vertical, es decir, las gallinas no tienen acceso al suelo
Las dos letras que siguen al primer dígito indican el país de procedencia. Si son huevos españoles, pondrá ‘ES’. Y los números siguientes aportan información específica sobre la provincia, el municipio y la granja.
Y por último, ¿cómo saber si un huevo es fresco? Ponlo en un vaso de agua, si se hunde, es fresco, si flota, no lo es.