Hay combinaciones de sabores que a priori nos pueden parecer extrañas. Sin embargo, hay ciencia y arte a partes iguales en el juego de combinar unos con otros.
En Sandro Desii nos gustan los clásicos porque nunca fallan, como un buen amigo, siempre están ahí. Pero también nos gusta experimentar y sorprender, buscar nuevos ingredientes y encontrar la manera de combinarlos con los conocidos. Nos parece importante indagar en los sabores de otras culturas y sacar a nuestro paladar de lo rutinario. Porque si no esto sería muy aburrido y, además, hay muchas cosas de las que aprender. Como bien refleja Michael Pollan en su libro Cocinar: una historia natural de la transformación, “al igual que sucede con cualquier otro artefacto de la cultura -una vasija o una melodía-, esas combinaciones nos seducen cuando muestran un equilibrio o una simetría; en este caso entre lo dulce y lo amargo, entre lo ácido y lo salado”.
Así encontramos el punto perfecto en nuestros helados. Se equilibra lo salado de las verduras con la acidez de los cítricos. Se consigue aligerar el kéfir con el carácter ácido de la lima. Se realza el dulzor de las frambuesas con el vinagre balsámico. Y así en diversas combinaciones: yuzu y citronela, queso y membrillo, limón y albahaca, chocolate blanco y violeta… Si te pica la curiosidad no tienes más que probar y ver nuestro catálogo.
Y terminamos la semana con una cita del gastrónomo francés Paul Reboux: “No me interesan las compotas de arañas, el salmis de murciélago ni el gratinado de lombrices. Lo único que quiero es romper la asociación tradicional de ciertos ingredientes en la cocina. Mi misión es aliar lo inesperado con lo delicioso”. Allá que vamos.