En una sartén en aceite de oliva, reduce el puerro y el calabacín a rodajas finas.
Añade los tomates cherry cortados a mitad para sofreírlos.
Hierve la pasta al dente y añádela al sofrito, aprovechando medio vaso del agua de la cocción para soltar la pasta y homogeneizar la mezcla mientras la salteas 2’ más.
Retirarlo del fuego. En un bol, desmenuza la ricotta romana y agrégale la pasta con el sofrito.